domingo, 27 de noviembre de 2011

Capítulo 5.

Anne camina hacia su casa con los auriculares puestos. En su iPod suena Someone like you, de Adele. Mientras la escucha y la tararea, piensa en Álvaro.
Ella es cómplice de la historia, pero no va a defraudarle, sería incapaz. Con todo lo que él le ha ayudado, ella no puede fallarle, y no va a hacerlo, pero Noa, también es su amiga, y se merece una explicación. Además, a las cinco tiene que ir a casa de Juanjo, para estudiar, como le llama él.
La verdad es que últimamente el chico estaba muy atento con ella, pero ni por asomo pensó que buscaba algo más que amistad. Tal vez no lo busque y sólo quiera estudiar, pero aún así le suena a chino todo esto.
Anne camina mirando al suelo, pero cuando decide levantar la mirada, al otro lado de la calle, le ve.
Tan guapo, tan perfecto. Sonríe, y ella desearía que esa sonrisa fuese por ella, que ella fuese la razón de su sonrisa, pero no lo es.
Por un segundo, piensa que una de las chicas que le acompaña es la razón, pero se dá cuenta de que está equivocada, cuando otro de sus amigos la besa en los labios y le agarra la mano.
Sin saber por qué, Anne sonríe aliviada. Se ha quedado parada observándole, viendo todos y cada uno de sus movimientos, hasta que se da cuenta, de que va a cruzar la calle. Eso podría hacer que se encontrasen, y es lo último que ella quiere. Que la vea.
Además, hoy no está guapa, lleva el pelo recogido en una coleta y no se ha puesto más maquillaje, que la ralla de ojos negro, que hace que sus ojos marrones parezcan mucho más grandes.
Al verle cruzar, Anne le observa por última vez, y acelera el paso.
Cuando llega a su casa, sus manos sudadas tiemblan tanto, que no es capaz de buscar las llaves, asique, opta por llamar al timbre. Sabe que su hermano pequeño, está en casa.
-¿Si? - pregunta su hermano por el telefonillo - ¿Quién es?
-Javi, soy yo. Ábreme rápido.
-¿Qué pasa Anne? ¿Te persigue un loco con un cuchillo? ¿O es un acosador? Ah no, ya sé, es Paco, que desde que te lo presenté anda loquito por tí, ¿tú sabes lo que me marea en clase preguntándome dónde estás por las tardes? No lo sabes porque...
-¿Quieres abrirme ya la maldita puerta?
-Es Paco fijo.
Después de eso, su hermano abre la puerta. Una vez dentro del portal, Anne sube velozmente las escaleras. Vive en un tercero, y nunca le ha gustado subir en ascensor.
Al llegar arriba, coge las llaves de su mochila y abre la puerta. Como no, su hermano está delante de la tele, jugando al juego de tenis. En la vida real seria un partido interesante Djockovich contra Nadal.
La familia de Anne, era más partidaria del tenis, que del fútbol, y dos miembros de la familia practicaban ese deporte.
Su hermano pequeño, con tan sólo ocho años, era un auténtico fenómeno, tanto en la Wii, como jugando con una raqueta en una pista. Un crack.
-¿Por qué me mandas abrirte, si tienes llaves? - pregunta Javi sin  dejar de jugar.
-Porque no encontraba las llaves abajo.
-¿Y por qué estabas tan apurada? Por culpa de Paco no, me acaba de llamar y me dijo de ir a los Olmos, asique el no fue, que desde los Olmos aquí hay una buena tirada y...
-Javi, ¡no seas incordio anda!
-Vale, vale. Me callo.
Después de la pequeña conversación con su hermano, Anne va a su cuarto y enciende el ordenador. No tarda mucho en encenderse y ella, va directamente a su tuenti. Tiene dos mensajes privados, tres comentarios en el tablón, dos fotos etiquetadas y un estado con comentarios. Empieza por los mensajes privados.
Uno, es de Juanjo, lo ha enviado hace seis minutos.

Hola Anne, sólo quería decirte que conocerte, ha sido lo mejor que me ha pasado hace tres años, y que eres alguien muy especial para mi. Supongo que ya sabrás lo que siento por ti, porque ya no he podido disimularlo más, y si hoy no vienes a mi casa lo entenderé. Un beso.

Al fin y al cabo, ninguna de sus sospechas eran incorrectas. Juanjo sentía algo por ella. ¿Y ella por él? No, no era posible, ella siempre lo había visto como un amigo, ¿por qué iba a cambiar eso ahora? Bueno, directamente no iba a cambiar, o eso esperaba.
El segundo mensaje privado es de Álvaro.

Anne, Noa me ha vuelto a pedir explicaciones, ya no sé que más decirle, me pide datos muy precisos y no puedo contestar nada sin que tu y la otra lo sepáis, porque también os preguntará. Tal vez sea hora de contarle la verdad, ¿no crees?

A este si que responde, esto se les está yendo de las manos.

¿Estás loco? Si se lo contamos, todos saldremos perdiendo, tú no le contestes a nada más. Estás agobiado, eso es todo. Dile que si no te deja en paz, te agobiarás más y acabarás por cortar todo el contacto. Dile también que para ti no está siendo fácil. Álvaro, no me falles.

La chica, recuerda que le ha prometido a Laura que agregará a Raúl, pero no está segura. Se sabe su apellido de memoria. Raúl Suárez.
Le busca y aparecen más de quinientos resultados.
Edad, de catorce a dieciséis. Cuatrocientos setenta y dos.
Ciudad, Madrid. Trescientos diecinueve.
Amigos en común. Uno.
Tiene el tuenti privado, pero en su foto se le ve haciendo el tonto con unos amigos. Aún así está guapísimo. Irresistible.
Le da al cuadradito de agregar. ¿Qué le pone?

Capítulo 4.

El resto del día transcurrió con normalidad. Ya se han fijado todas las fechas para los exámenes finales, y es hora de empezar a estudiar, pero ahora, están a la salida de clases, y no están pensando ni en estudiar, ni mucho menos, en los exámenes.
-Hoy, dan un concierto en el bar de mi padre. - empieza hablando Carla – No son muy conocidos, pero mi padre me ha enseñado una canción de ellos y no suena mal del todo. He pensado que podríamos verles y luego, os quedáis a dormir en mi casa. ¿Qué os parece?
-Por mi bien -contesta Anne – pero, ¿a qué hora empieza? Salgo de clase de piano a las ocho...
-No te preocupes, empieza a las diez, si queréis, ya nos preparamos en mi casa, ¿os espero a todas a las nueve?
-Tal vez yo – habla Marga- llegue un poco tarde. Quedé con un chico del instituto de abajo, monísimo. Asique, llegare sobre las nueve, nueve y media.
-Qué raro tú quedando con algún chaval ¿no? - dice irónicamente Noa – Ya me podías presentar a mi alguno, desde que Álvaro me dejó, no he vuelto a estar con nadie.
-Álvaro es un buen chico, Noa.
-Anne, tú dices eso porque es tu mejor amigo, pero Álvaro ha jugado con ella. - acusa Laura.
-Laura, Álvaro no ha jugado con ella, simplemente está agobiado.
-¿Agobiado?¿Lleva dos meses agobiado? Pues menudo agobio el del chaval ¿no? Anne, ha jugado conmigo, y no puedes negar lo, lo sabes. Además, ¿con cuántas chicas ha estado después de dejarme? ¿Tres? ¿O tal vez cuatro?
-Sólo con una. -contesta Anne mirando al suelo – Dejadle en paz de una vez, él no ha jugado contigo y punto.
Todas se quedan en silencio.
El tema de Álvaro y Noa es muy duro para todas las chicas, porque Álvaro siempre ha sido el mejor amigo de Anne, y esta siempre le ha defendido, aun que sus amigas sigan defendiendo a Noa.
Después de varios minutos, es Laura quién habla.
-¿Al final el viernes en tú casa a las nueve?
-Claro. Ahí os espero.
Se intercambian unas sonrisas y cada una va hacia un lugar, cada una con unos pensamientos, sentimientos y con ideas distintas, y sobre todo, lo que ninguna sabe, es que ese día, solo acaba de empezar para todas y cada una de estas chicas.

Capítulo 3.

Durante toda la primera clase, Anne ha estado pensando en lo que han dicho Marga y Laura. Es cierto que ella le conoce, a la perfección realmente, pero esque ese chico, Raúl, es demasiado guapo y perfecto para que se fije en ella. Tal vez debería intentarlo, tiene su tuenti, su facebook y su correo electrónico apuntado en un papel. ¿Por qué no? Sus amigas tienen razón, no tiene nada que perder, y tiene mucho que ganar. Esa tarde lo hará.
Oh no, esa tarde no puede. Casi se había olvidado de que ha quedado con Juanjo en su casa a las cinco,y a las siete tiene piano.
Anne piensa en el tiempo que le queda libre. Las clases terminan a las dos y media, media hora que le lleva llegar a casa, serán las tres y, hasta las cinco, tiene dos horas.
El problema es que al día siguiente tiene examen de matemáticas y debería estudiar un poco, si quiere compensar el siete y medio que tiene en el examen anterior y subir su media.
Además, tiene que hacer varios trabajos, asique hoy será imposible agregarle a alguna de las redes sociales.
Menudo rollo se ha montado ella sola, en realidad el único inconveniente es que no se atreve, porque, mandar una petición de amistad no lleva mucho más de tres minutos.
-¿En qué piensas?
-¡Laura, qué susto! En nada, el examen de mañana, hay cosas que no tengo claras, y hoy no tenemos clase de matemáticas...
-No me mientas Anne, estabas pensando en el chico este, el rubito. ¿Por qué no le agregas a tuenti? Sé que lo tienes, te he visto varias veces el papelito con todas sus redes sociales. Vamos, ¡no tienes nada que perder!
Laura la conocía perfectamente, es su amiga desde los tres años, y con la que más complicidad tiene. Eso no quiere decir que con las demás chicas no tenga complicidad, solo es que ellas llegaron después, poco después, pero más tarde. A Laura no podía mentirle, la conocía demasiado bien.
-Te diría que no tengo tiempo, pero en mandar una petición no tardo más de tres minutos, asi que, no me creerás.
-No, no lo haré. - comenta mientras suelta una risilla.
-No me atrevo, pero lo haré, tranquila. Tal vez mañana, mañana lo haré, lo juro. - Anne hace una pausa y luego, mira a su amiga muy seria – Hoy quedé con Juanjo para ayudarle a estudiar, en su casa, a las cinco.
-¿Ayudar a estudiar a Juanjo? ¡Pero si tiene unas notas increíbles! - La chica piensa un poco, y sigue hablando - ¿A ti te gusta Juanjo?
Esa pregunta pilla a Anne despistada, pero antes de poder contestar, como antes de entrar en clase, entra la profesora de historia, y Laura tiene que irse a su sitio, dos filas más atrás de Anne.
Durante la clase de historia, Anne sabe que no va a conseguir concentrarse, la pregunta de Laura no tiene respuesta. ¿O si?
¿Le gusta a ella Juanjo? No, imposible. Le conoce desde hace tres años, cuando entró en ese instituto, y nunca ha sentido nada por el.
Le ha parecido guapo, y a quién no, Juanjo es un chaval muy atractivo,y es encantador, pero nunca le ha visto como algo más que un amigo. ¿Está cambiando su forma de verle?
-Señorita Pérez, ¿está usted pensando en como Colón no se pudo dar de cuenta de que había llegado a una tierra nueva, o está pensando en como atrapar a una de las moscas que vuelan por la clase?
Toda la clase empieza a reírse, y Anne, sigue la broma de su profesora:
-Profe, yo creo que Colón siguió a un pajarraco que encontró por ahí, porque, ya me dirá usted ¡como pudo desviarse tanto! A veces, incluso dudo si Colón era realmente marino...¿y quién no?
Más risas, excepto las de la profesora de historia, que mira muy seria a la chica.
-Lo siento – continúa Anne – estaré mas concentrada en la clase.
-Gracias Señorita Pérez.
Varios minutos después, una bolita de papel llega a la mesa de Anne. “¿Enserio dudas de que Colón sea marino? Hoy estás preciosa.”
No está firmada y no reconoce la letra. Mira hacia atrás y nadie la observa, todos están atentos a la explicación que la profesora está dando sobre el descubrimiento de América.
-¿Ha perdido a la mosca, Señorita Pérez?
-No, es que, estaba buscando un mapa por ahí, para compararlo con el que había antes de descubrir América, lo siento, puede seguir ya.
-Gracias.
Cuándo vuelve a sonar el timbre, que indica el cambio de clase, Anne se reúne con Laura y las demás y les enseña la nota.
-Sea quién sea, ¿qué majo no?
-Pero ¿por qué no ha puesto nombre ni nada?
-Supongo que por la misma razón por la cual tu no hablas con Raúl, y con eso no estoy diciendo que la haya escrito yo, desde luego, no escribo ni la mitad de bien que quién te haya mandado esa notita. - Contesta Marga.
-¿Entonces, que hago?
Antes de que cualquiera de las chicas pueda contestar, alguien le tapa los ojos a Anne.
-Hola, guapa. ¿Qué tal llevas el día?
Esa voz, ¡es Juanjo! ¿Qué hace él aquí?
-¿Juanjo? ¿Qué haces aquí?
-Hacerte una visita, la siguiente clase es tecnología, asique puedo llegar un poco tarde, y quería recordarte que hoy te espero a las cinco en mi casa. - después de decir eso, le besa la mejilla y le sonríe – Hasta luego chicas.
-Adiós, Juanjo. - Contestan todas sonriendo.
Cuándo el chico se ha marchado de la clase, todas miran a Anne con una sonrisa pícara.
-¿Qué pasa, no puedo tener amigos?
-Ya, amigos, ahora se le llama así. – comenta Noa y todas ríen a carcajadas.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Capítulo 2.

Se mira al espejo.
Pantalones cortos blancos, una camiseta violeta y una chaqueta también blanca. Para sus pies, las Converse blancas. Su pelo, como casi siempre, recogido en una coleta.
Estamos a principios de junio, y como siempre, Anne se está preparando para ir al instituto.
Es una chica con una media de sobresaliente, y estudiar, no le disgusta. Le encanta el inglés, y le encantaría estudiar en Londres.
Su vida en el lugar donde vive no es genial, la verdad.
Tiene amigas, muy buenas, pero a menudo se meten con ella. No es conocida como la empollona, pero si creen que ella es la niña perfecta para todos los profesores y por eso la juzgan.
Con esa descripción se puede pensar que es una chica poco sociable, pero al contrario, ella es extrovertida, le gusta salir por ahí y tiene un gran sentido del humor.
Su gran problema es la poca confianza que tiene en si misma, y esa inseguridad es el resultado de lo mucho que se burlan de ella. Por eso le encantaría irse a estudiar lejos.
Se asegura de que no le queda nada por meter en la mochila, coge su móvil y se mira al espejo por última vez. ¿No está tan mal no? Bah, que más da.
Camina hasta la parada del bus. Como siempre, ahí está esperando también Juanjo, que la saluda con una amplia sonrisa, también como siempre.
- Hola, Anne, ¡qué guapa estás! ¿Qué tal?
-Hola, Juanjo. -contesta mientras se sonroja- Muy bien, ¿y tú?
-Bien, deseando que se acaben las clases y que empiece el verano.
Juanjo suelta una carcajada y la mira. Ella también lo hace; Juanjo no está mal, en realidad es muy guapo, y desde que ella va a ese instituto, siempre se encuentra con él en esa parada de autobús, y siempre se sientan juntos.
Tienen gustos muy parecidos, a ambos le gustan grupos como Simple Plan, Sum 41, Maldita Nerea, Coldplay; les gusta leer, y comparten libros. En el cine también tienen gustos parecidos, y ya han ido a ver alguna película juntos. Además, ambos tocan algún instrumento, él el saxofón y ella el piano.
-¿Qué tal te va con los exámenes?
-Bastante bien, aun que seguramente no tan bien como a ti. Podrías ayudarme algún día si te apetece.
-Soy un año menor que tú. ¿Cómo pretendes que te ayude? - le contesta ella soltando una carcajada.
-Seguro que sabes y entiendes mucho más que yo. ¿Te parece si quedamos esta tarde?
¿Le acaba de proponer de quedar esa tarde? Pero, Juanjo siempre ha sacado muy buenas notas, incluso mejores que las de ella. Sin saber por qué, acepta y le sonríe.
- Claro, dónde, ¿en tú casa?
-Perfecto, a las cinco, ¿te parece bien?
-A las cinco está bien.
El autobús ya había llegado al instituto y eran los últimos en bajar. En la entrada, las amigas de Anne la esperaban, como siempre.
-Hasta después, Anne.
-Adiós, Juanjo.
Intercambian sonrisas y cada uno va hacia un sitio. Él hacia su grupo de amigos, y ella a junto sus amigas.
-¡Anne! ¿Me has traído el resumen de historia para la recuperación? Tengo el examen el martes y debería empezar a estudiar.
-Si, lo he traído, Carla, tranquila, respira. ¿Qué tal ayer con Álex?
-Bien, no se ha lanzado, pero hemos estado cerca. Me ha invitado a un chocolate y nos fuimos hasta el Parque de los Olmos, estuvo bien, aun que podía lanzarse ya.
-Pobre Álex, mujer. Ya sabes como es, un poco paradito. Yo de ti, me buscaba a otro.
Esa era Marga, de las cinco chicas, la más lanzada. Nosotras, habíamos perdido ya la cuenta de con cuantos chicos había estado, pero sabíamos por qué lo hacía, a ella ya le habían hecho daño.
-Marga, ella quiere a Álex, yo creo que hace bien en esperarle.
-Pues yo creo que se le está pasando el arroz. Además, llevas esperándole más de dos meses, yo creo que es hora de que te levantes, o de que pases al plan B.
-¿Qué plan B?- pregunta Noa.
-El plan B, sería, pasar al chico B.
-¿Chico B?- preguntamos todas al unísono.
-¡Por Dios! Todas sabemos que Martín lleva muchos meses intentando algo con Carla. Y Martín, no está tan mal, eh! - explica Marga dándole un codazo a Carla y sonriéndole picaramente.
-Eres estúpida, sabes perfectamente que Martín solo es un amigo – explica la chica cruzándose de brazos – y ami no me importa para nada esperar más a Álex.
-Si, seguro. Ya me dirás eso dentro de tres semanas más, no vas a aguntar. - Marga suelta una carcajada y luego se dirije a Anne, que está sonriendo ante la conversación entre sus dos amigas- Y tú, ¿has hablado ya con el chico ese?
-¿Yo? No, aún no.- Contesta ella sonrojada. - Ya te he dicho que siempre está rodeado de gente y me da mucha vergüenza.
-¡Ves! A ti, también se te va a pasar el arroz.
-A mi no se me va a pasar nada porque ni le conozco.
-Será por conocerle – interviene Noa – nos has contado toda su vida, no sé quién te la ha contado, pero cada día nos cuentas algo distinto de él, y no hablemos ya de cuando le ves y nos cuentas todo lo que llevaba puesto.
-Noa tiene razón, tú si que le conoces – comenta Laura, que acaba de llegar y ha escuchado la última parte de la conversación – le conoces como si vivieras con él, el que no conoce aquí, es él a ti, porque le evitas. Cosa que no entiendo, porque ¿qué puedes perder?
Las cuatro miran a Anne, esperando una respuesta, pero antes de que ella pueda responder suena la sirena, es hora de entrar en clase.

Capítulo 1.

Llueve.
Es diciembre y está lloviendo. Hace frío, y Anne no  tiene ganas de salir de casa, aun que, todos están en el centro.
Hoy Maldita Nerea da un concierto, y le encanta, es su grupo favorito, se sabe todas sus canciones, pero no va a ir.
María le ha llamado varias veces al móvil, que al final acabó apagando para que la dejasen en paz. Ha recibido mensajes de las demás chicas, realmente deben estar preocupadas por ella, pero todos saben que no está bien.
Lleva encerrada en casa dos días, sin ganas de hacer nada, mirando a la ventana, esperando a que él la llame y le diga: Anne, cariño, ha sido todo una broma.
Han sido los seis mejores meses de su vida, lo tiene muy claro. Han discutido y se han peleado, pero también han reído y soñado juntos.
Eran la pareja perfecta. Se lo habían dicho muchas veces, pero todo se ha acabado. Él ha decidido dejarla, ha decidido que sólo la quiere como amiga, y ella se ha resignado.
Tal vez haya hecho algo mal; tal vez no le ha demostrado lo mucho que le quiere y significa para ella.
En los últimos seis meses, Raúl lo ha significado todo para ella, le ha hecho madurar y sobre todo, ha conseguido que sonriese a todas horas, le ha echo feliz.
Anne ni se imaginaba que un chico como Raúl podría fijarse en ella, pero ella si se había fijado en él, y mucho. Le había acosado sin que él se diese cuenta; le había seguido a muchos sitios sin que él se diese cuenta.
Siempre guapo, siempre perfecto.
Su sonrisa.
Su pelo, alborotado pero siempre perfecto.
Sus ojos castaños con esos destellos verdes.
¡Sus labios! Dios mío, ella le amaba por encima de todo.
Pero ella, era del montón, era una más, ¿cómo alguien como el se iba a fijar en ella? Era algo imposible.
No era fea del todo, pero no tenía nada fuera de lo normal.
Y su vida también era así, simple, con nada fuera de lo normal, pero el amor cambió su vida. Su vida y a ella.
Porque hace seis meses, antes de conocerle a él, la vida de Anne, no era un cuento de hadas....